
Esta es otra triste historia de como algunas personas tratan a sus animales como auténtica basura. Epi nació y ha vivido siempre en el campo, sus dueños se cansaron de él cuando dejó de ser un cachorro y lo ataron a un árbol con una cadena que no medía ni metro y medio donde pasaba los dias, meses y años, pasando frio y calor con nada más que un par de tablas mal colocadas para resguardarse. A pesar de todo Epi es un perro muy cariñoso, sociable y solo quería que lo desatasen y que le dejasen vivir una vida digna, que sin duda se lo merece.
Pero su mala suerte no termina aquí, sus dueños lo llevaron a la perrera y ahí lleva muchos meses. Si tu quieres adoptarlo, acogerlo temporalmente o apadrinarlo ponte en contacto con nosotros.
Se merece un poco de cariño!!!
Contacto: dejanhuella@gmail.com.
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